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Emplea hábitos de ahorro e inversión sólidos

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Invertis Capital

¿Cómo tomar el control de tu vida y avanzar si estás ocupado en cumplir con las exigencias del día a día, como pagar las facturas y ocuparte de tus seres queridos? La respuesta es la planificación, y el primer paso de la planificación es definir metas.

Las diferentes metas tendrán distintos plazos. Según sus plazos, las metas las clasificaremos en en tres grupos:

1. Metas a corto plazo:

Son las metas que quieres alcanzar en el plazo de entre uno y tres años. Por ejemplo, podrías ahorrar 200 euros cada mes durante un año para crear un fondo de emergencia sólido.

Las metas a corto plazo más comunes son, por ejemplo:

    • Cancelar deudas.
    • Crear fondos de emergencias.
    • Tomarse unas vacaciones.
    • Comprar vehículos de uso diario y artículos para el hogar.

2. Metas a mediano plazo:

Son las metas que quieres cumplir en el plazo de entre tres y cinco años. Un ejemplo sería ahorrar 10.000 euros durante tres años para cancelar la deuda por la compra de una vivienda. Con frecuencia, las personas considerarán las siguientes metas de mediano plazo:

    • Educación superior o capacitación.
    • Comenzar a invertir.
    • Realizar donaciones a organizaciones benéficas.
    • Comprarse una vivienda.

3. Metas a largo plazo:

Se trata de metas que quieres cumplir en el plazo de entre cinco y diez años. Un ejemplo sería ahorrar al menos 5.000 euros cada año para invertir para la jubilación. Las metas a largo plazo más conocidas son:

    • Invertir en la educación de los hijos o nietos.
    • Iniciar un negocio.
    • Adquirir inmuebles para posteriormente alquilarlos.
    • Jubilación.

Otro tema importante para poder ahorrar es el compromiso, el primer paso para apartar dinero y ahorrarlo consiste en decidir qué puedes hacerlo. Muchísimas personas creen que no pueden ahorrar. Si eres una de esas personas que creen que nunca les sobra dinero de su salario luego de pagar las cuentas y los gastos de subsistencia, empieza a pensar en el ahorro como una necesidad.

El secreto del ahorro consiste en pagarte a ti mismo en primer lugar. Cuando cobras el salario, guarda una determinada cantidad de dinero para ahorrar.

Puedes emplear estrategias de inversión para atenuar los riesgos. Es importante que veas la inversión como un ahorro a largo plazo y como una herramienta para crear riqueza, no como una táctica para progresar rápidamente. Controlar los riesgos es fundamental para tu estrategia de inversión. Una de las mejores formas de gestionar el riesgo es distribuir tus inversiones y ahorros a través de diversos canales. Esto es importante, porque si tienes todo tu dinero, o la mayor parte, en un solo lugar (ya sea el mercado de acciones, bienes inmuebles o incluso bonos municipales emitidos por el gobierno de tu ciudad) corres un gran riesgo de perderlo todo si algo sale mal.

Existen tres formas principales de controlar los riesgos: diversificar, invertir de forma uniforme y hacerlo durante un período de tiempo largo.

    • Diversificación:

Diversificar significa distribuir las inversiones en diferentes sectores de la economía y usar una variedad de productos de inversión para proteger el valor de tu cartera completa en el caso de que un solo valor o sector del mercado muestre una caída. Esto reduce el riesgo, porque incluso en el caso de que una o más inversiones pudieran fallar, las otras ganarán.

    • Invertir de forma uniforme:

Una forma de aprovechar al máximo las inversiones en el transcurso del tiempo es comprometerse a invertir la misma cantidad de dinero de forma periódica. Dado que los mercados generalmente aumentan de valor con el paso del tiempo, a largo plazo te irá bien.

    • Invertir en el transcurso del tiempo:

Las investigaciones demuestran que invertir a largo plazo reduce el riesgo de las inversiones porque, incluso si el precio de una determinada inversión pudiera aumentar y caer en un determinado período, generalmente en el largo plazo recuperará cualquier pérdida que se haya producido. La inversión es una estrategia a largo plazo para alcanzar las metas a largo plazo.

Soportar las fluctuaciones de precio a corto plazo con frecuencia genera mayores recompensas a largo plazo para las acciones en comparación con otros tipos de activos. En el largo plazo, las acciones, en promedio, superan de forma sistemática y sustancial al efectivo y a la inflación.

Ahorrar e invertir no son la meta principal. La vida no se trata de acumular dinero. Se trata de lo que haces con ese dinero para cumplir las metas de vida que te importan.

Si necesitas ampliar o recibir más información no dudes en contactar con nosotros. Puedes enviar tus comentarios o sugerencias y los tendremos en cuenta para mejorar nuestros servicios.

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