¿Te has preguntado alguna vez que es “el riesgo” como concepto en relación a los seguros? El riesgo constituye un medio para la cobertura de los seguros, pues al transferirlos a la aseguradora, esta se va a asegurar de garantizar o indemninar frente a la aparición de determinadas situaciones accidentales. Si, por ejemplo, se incendia tu coche, esto supone una situación de riesgo frente a la cual tu aseguradora debe garantizar el cumplimiento de tu póliza de seguros.
Así, podemos decir que el riesgo es aquello que puede pasar en un futuro, más o menos cercano, y que preocupa por sus consecuencias ya que la posibilidad de que ocurra se encuentra en cualquier actividad que se realiza. Aún así, no solo tiene una vertiente negativa, puede entenderse como algo positivo pues puede haber determinados beneficios si se arriesga en algunos campos. Por ejemplo, las apuestas o inversiones suponen de un elevado riesgo que puede dar como resultado grandes beneficios.
En estos casos, el seguros actúa interviniendo como respuesta efectiva ante las posibles consecuencias de los riesgos y garantizando posibles situaciones futuras en la vida de las personas, aportando tranquilidad a los individuos.
La actitud frente al riesgo
Hay varias fases que debes tener en cuenta cuando vayas a actuar frente al riesgo:
- Reconocimiento:
Es lo primero que tienes que hacer, reconocer, saber que existe y que es posible que ocurra. Si no identificamos el riesgo es más complicado tomar las medidas adecuadas para su tratamiento.
- Evaluación:
El siguiente paso es la evaluación de la importancia del riesgo, analizando la probabilidad de que aparezca y las consecuencias que esto puede causar. Aquí debe influir la información que se posee pues no es lo mismo conocer los límites y características de una situación, que simplemente conocer que existe.
- Selección de la respuesta:
Este sería el último paso, que se basa en seleccionar la mejor respuesta en las distintas posibilidades ante el riesgo. Cada individuo debe adaptarse a sus recursos y actuar en consecuencia con el fin de conseguir la seguridad que considere suficiente. Muy poca gente es propensa a “correr riesgos” o a exponerse a él, en cambio cuando lo haces y consigues beneficio puede ser una sensación realmente satisfactoria. En función de cada individuo y la posición que toma frente al riesgo, va a toamr unas medidas u otras para tratar de e4liminar las consecuencias de los riesgos.
Por lo tanto entendemos que el riesgo es una situación que está presente en nuestras vidas y que se puede dar en las actividades que realizamos de manera cotidiana, pero que también es una condición que podemos buscar. En ambos casos, lo mejor es tener el respaldo de una buena compañía de seguros, que te aporte la tranquilidad de saber que el riesgo puede minimizarse.
Confía en Invertis Capital para ayudarte a vivir con menos riesgo.
Fuente: Fundación Mapfre
